sábado, 9 de febrero de 2008

Casa de Campo.


Hayd Park, Central Park, Bois de Boulogne..., son algunos de los tantos y tantos parques urbanos de los que presumen, posiblemente con razón, las principales capitales europeas y mundiales. Sin embargo, La Casa de Campo de Madrid es, tanto por ubicación, en el centro de la ciudad, como por dimensiones, posiblemente el mayor parque urbano del mundo, un lugar privilegiado al que con todos los respetos no pueden llegar otros.

Es lugar de encuentros atléticos, crisol de ilusiones de victorias personales en maratones lejanos; ruedo de lances imposibles al viento de toros imaginarios; mar interior de rápidas piragüas en competición con patos veloces bordeados de sabios pescadores sin muerte y cormoranes activos, alegría infantil alimentando carpas gigantescas; piletas de recreo y competición en medio de sugerentes propuestas gastronómicas para reponer fuerzas; Liceo de notas agudas al ritmo de carpinteros en la percusión, Garabitas-Montirolos rompe piernas de Induraíns, Pereiros o Contadores anónimos, ecosistema ideal para paseos y picnic relajantes, con posibilidad de viajes imaginarios a otros con faunas exóticas, lugar de encuentro de juventud ávida de emociones fuertes en cacharros voladores, y muchas cosas más que para muchos de nosotros es, el mejor parque del mundo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Precioso evidentemente, descubierto y gozado ahora mismo por los emigrantes, abandonado por los autóctonos por culpa de la lacra conocida por todos que afortunadamente está en tránsito a solucionarse, esperémoslo. De acuerdo con las apreciaciones que se manifiestan en el comentario.